El síndrome de Marfan es un trastorno hereditario que afecta a las fibras que sostienen los órganos y otras partes del cuerpo. Suele afectar al corazón, los ojos, los vasos sanguíneos y el esqueleto. Los daños pueden ser leves o graves. Si afecta a la aorta, puede ser mortal. Las personas con este síndrome suelen ser muy altas y delgadas, con brazos, piernas, dedos de las manos y de los pies muy largos. El tratamiento incluye, por ejemplo, medicamentos para mantener baja la tensión arterial. El seguimiento periódico para comprobar la progresión de la afección es vital porque algunas personas pueden requerir cirugía para reparar la aorta si es necesario.
Los síntomas del síndrome de Marfan varían mucho, incluso entre miembros de una misma familia. Algunos son leves, mientras que otros pueden suponer una amenaza para la vida de la persona que lo padece. Entre ellos, podemos encontrar: complexión alta y delgada, brazos, piernas y dedos desproporcionadamente largos, un esternón que sobresale hacia fuera o se hunde hacia dentro, dientes apiñados, soplos cardíacos, miopía extrema, columna vertebral muy curvada y pies planos. Algunos síntomas pueden causar complicaciones cardiovasculares, oculares o esqueléticas.