La salud mental incluye todo nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta a nuestros sentimientos y a nuestra forma de pensar y actuar. Es muy importante saber cómo manejamos el estrés o cómo tomamos decisiones. Los factores que pueden contribuir son: factores biológicos, como la química del cerebro, experiencias vitales, como traumas o abusos y antecedentes familiares de problemas de salud mental. Son mucho más comunes de lo que la gente cree, pero por suerte, se puede pedir ayuda.
Hay algunos signos precoces que pueden ayudarle a identificar estos problemas y a buscar ayuda lo antes posible. Por ejemplo, alejarse de la gente, tener poca energía, sentirse entumecido, impotente, ansioso, olvidadizo, nervioso, enfadado o gritar a los amigos íntimos y a la familia. Otra cosa a tener en cuenta son los cambios de humor o la tristeza, que también pueden ser un reflejo de la depresión. Las personas con estos problemas no están solas y tienen a su alrededor a alguien que quiere ayudarles. Lo mejor es mantenerse positivo, tanto si eres tú quien tiene problemas de salud mental como si conoces a alguien cercano que los tenga. Pero lo más importante es buscar ayuda profesional si lo necesitas.
Si te sientes triste, demasiado estresado o con ansiedad, habla con alguien. Haz algo que te relaje, escucha música o lee un libro. Pero lo más importante es que nunca te rindas, no importa lo graves que sean tus problemas, siempre hay una solución para cada uno de ellos y si no la ves, pide ayuda a la gente. No hay de qué avergonzarse.