El tétanos es una enfermedad infecciosa aguda causada por una bacteria. Las esporas de esta bacteria se encuentran por todas partes en el medio ambiente, como la tierra, la ceniza, los animales y en las superficies de herramientas oxidadas, siendo muy resistentes al calor y a la mayoría de los antisépticos. Cualquiera puede contraer el tétanos, pero la enfermedad es más frecuente en los países de renta baja entre las mujeres y los recién nacidos que no han sido suficientemente inmunizados con la vacuna. El periodo de incubación varía entre 7 y 21 días, aunque se sabe que los primeros síntomas pueden aparecer en torno a los 14 días de la infección. Algunos de los síntomas son espasmos musculares, convulsiones, dolor de cabeza, fiebre y sudoración...
Por suerte, se puede prevenir muy fácilmente con una vacuna, pero no crea efectos de inmunidad de rebaño, lo que significa que todo el mundo debe vacunarse. Se recomiendan al menos 3 dosis desde una edad muy temprana.
No obstante, si tiene síntomas, lo mejor que puede hacer es ir al hospital. Una de cada cuatro personas muere de tétanos. Sin embargo, el paciente puede recuperarse con antibióticos, vacunas y otros medicamentos específicos para ayudar a tratar los síntomas más graves.